Tú no tienes la culpa de las cosas que duelen, tú me haces bello el retorno y das sentido a lo que viene. Me has entregado versos que ni el cielo podrá, me has llamado con la fuerza de la voz del huracán. Tú me has abrazado cuando todo andaba mal, tú me diste luz, tú me diste calma y me la enseñaste a usar.
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