miércoles, 27 de abril de 2011

De él para ella.

Ella era reina de la belleza de tan sólo 18 años pero tenía algunos problemas con ella misma. Él siempre estaba ahí para ayudarla. Aunque ella siempre perteneció a alguien más. Conduje millas y millas y terminé en tu puerta. Te he tenido tantas veces pero, de alguna manera, quiero algo más. No me importa pasar cada día en la esquina de tu casa bajo la lluvia torrencial. Buscar a la chica con la sonrisa rota y preguntarle si quiere quedarse un rato. Y... así será amada. Golpeá mi ventana, tocá mi puerta. Quiero hacerte sentir hermaosa. Sé que tiendo a ser tan inseguro, pero ya no importa. No siempre son arco iris y mariposas. Es el compromiso el que nos lleva adelante. Mi corazón está lleno y mi puerta siempre abierta, podés venir siempre que quieras. Sé dónde te ocultas... sola en tu auto. Sé todas las cosas que te hacen ser quien sos. Sé que “adiós” no significa nada; porque vuelve y me ruega que la atrape cada vez que cae. Golpeá mi ventana, tocá mi puerta. Porque quiero hacerte sentir hermosa. Por favor, no intentes tanto decir adiós. Porque a mi no me importa pasar cada día en la esquina de tu casa bajo la lluvia torrencial para decirte cuanto te amo.




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